Recuperar el pelo y piel tras el verano
En el verano nuestra piel está mas expuesta al sol y a otros factores
ambientales, por lo que termina más dañada de cómo empezó la temporada. El sol y
el fotoenvejecimiento que provoca es el factor que más influye en el daño a la
piel, pero también es época de picaduras de insectos, o es un tiempo en el que
utilizamos calzado abierto, por lo que la piel de los pies se reseca más.
"Hasta el 80% del envejecimiento de la piel se considera que es por el sol.
Es el agente que más influye en el envejecimiento de la piel. Provoca el
fotoenvejecimiento así como daños en el pelo, un hecho que suele olvidarse",
advierte en una entrevista con Infosalus la doctora Ana María Molina,
dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (Madrid).
Así, la experta lamenta que el problema reside en que "hay poco que hacer
tras un daño solar", ya que el daño por el sol ya se ha producido en la piel.
"Hay poco que hacer una vez que te has puesto moreno. La melanina es un pigmento
marrón que el cuerpo produce cuando le da el sol. Se coloca por encima del
núcleo de las células de la piel para proteger al ADN. Entonces en el momento en
el que te pones moreno tu piel está dañada. Además, la piel tiene memoria y es
difícil de reparar. Por ello, siempre, lo ideal es prevenir", aclara.
En este punto, Molina describe que, a nivel general, los principales daños
que se producen en la piel tienen lugar en las zonas más expuestas, tales como
la cara, los pies y los hombros.
"Cada vez hay más fotoprotectores que pueden reparar el daño celular pero es
muy leve. El sol también reseca mucho la piel y por eso después del verano se
hace tanto hincapié en la hidratación de la piel", subraya la especialista de la
Fundación Jiménez Díaz.
A pesar de la creencia popular, Molina rechaza la afirmación de que para una
mayor hidratación de la piel sea necesario beber más agua de lo normal. "No hay
que beber más agua para hidratar la piel. Por mucha más agua, tu piel no va a
estar más hidratada. No hay que beber más agua porque se tenga la piel seca.
Para hidratar la piel hay que ponerse cremas y pomadas espesas sobre la piel,
creando una película para que no pierdan tanta agua (en verano se evapora más
agua de lo normal). Pero por más agua que se beba, la piel no va a estar más
hidratada", añade la experta.
En cuanto al daño que se produce en el verano sobre el pelo, fundamentalmente
producido por el sol, la dermatóloga explica que éste tiene lugar al dañarse la
melanina y la queratina que contiene el cabello.
"Por eso después del verano se decolora el pelo, coge ese color tan claro,
porque pierde melanina. Mientras, la estructura del pelo queda dañada, y el pelo
nos queda más estropajo. El daño a la melanina es irreversible, se ha aclarado y
no hay nada que hacer. Pero la queratina se puede mejorar con mascarillas
nutritivas, o con aceites para usar en la zona más dañada (de la mitad hacia
final del pelo) por ejemplo", recomienda la doctora Molina.
En cuanto a los pies, sobre todo más que las manos, Molina subraya que como
en verano se emplea más un calzado abierto, al andar se forman callosidades, se
vuelve la piel más gruesa, se seca y suele agrietarse, especialmente en la zona
de los talones. "Para los pies es conveniente usar hidratantes súper espesas,
siendo la vaselina pura el mejor recuperador de pies, en oclusión con algún
calcetín o plástico de cocina, junto con algún queratolítico o un exfoliante
para poner la piel más fina", subraya.
La doctora Molina considera que el comienzo del nuevo curso y la etapa después
del verano es la mejor época para una revisión de lunares, para ver cuál es el
estado de la piel y si, por ejemplo, hay alguna peca nueva o mancha que nos
llame la atención.
También después de verano cree que es un buen momento para tratar aquellas
imperfecciones que han aumentado durante la época estival, ya que la piel se ha
dañado más, las manchas se previsiblemente se hayan acentuado. "Muchos
tratamientos estéticos como el peeling, o el láser no se pueden hacer en verano,
pero si una vez finalizado éste sea un buen momento para aquellos tratamientos
estéticos, sobre todo a nivel facial", celebra Molina.
Con todo ello, y una vez finalizado el verano, la dermatóloga de la Fundación
Jiménez Díaz de Madrid recomienda no suspender la fotoprotección diaria en la
cara a lo largo del año, especialmente las de farmacia ya que, a su juicio,
suelen ser productos más avanzados y completos.
Por otro lado, la experta insiste en que el moreno no está de moda y si a
alguien le gusta estar moreno una forma saludable de conseguirlo es mediante el
uso del autobronceador. "Te da ese color moreno pero no daña tu piel y es una
alternativa muy buena. No protegen del sol pero tienes ese color dorado que te
gusta. Hay que emplear siempre el fotoprotector solar con ellos", subraya.
Compartir en redes sociales
Esta página ha sido visitada 1163 veces.